¿Cuándo se realiza?
La cirugía se lleva a cabo entre los 12 y 18 meses de vida.
¿En qué consiste?
El cierre se llevará a cabo acercando los laterales del paladar y suturándolos a la línea media. Al mismo tiempo se realiza la orientación de la musculatura dividida y el alargamiento del paladar.
Si es necesario, se aprovechará el tiempo quirúrgico para la colocación de drenajes timpánicos por parte de ORL.
¿Cuánto tiempo estará ingresado?
Las primeras 24h el paciente es controlado en UCI pediátrica con el fin de vigilar el riesgo de sangrado. Si no hay incidencias, el niño será trasladado a planta donde comenzará a comer. Si no hay problemas con la alimentación, podrá recibir el alta médica.
¿Qué medidas debo procurar?
Durante el primer mes postoperatorio el niño deberá ser alimentado con dieta blanda y con cuchara, evitando las tetinas y los chupetes. Es importante evitar la introducción de las manos del niño en la boca, así como de cualquier objeto duro o punzante.
Es normal la existencia de una línea de puntos de sutura en el centro, que irán desapareciendo en las primeras semanas.
No debe alarmar la salida de alimento por la nariz.
Si se han colocado los drenajes timpánicos, deberá evitar la inmersión de la cabeza del niño en agua hasta su retirada, pero la higiene de las orejas puede llevarse a cabo con normalidad.
¿Qué complicaciones pueden surgir?
El sangrado postoperatorio es infrecuente, pero puede necesitar transfusiones sanguíneas.
En ocasiones, el cierre del paladar es incompleto y persiste alguna comunicación (fístulas) entre la boca y la nariz. Estos orificios requerirán nuevas cirugías para su cierre completo.
Puede ocurrir que el paladar sea excesivamente corto o con una escasa función motora como para una adecuada fonación. En estos casos se procurará un tratamiento conservador mediante rehabilitación logofoniátrica. Si es preciso, podrán llevarse técnicas de alargamiento del paladar.