¿Qué es?
Entre los 4 y 6 años, podemos observar que la pronunciación del niño no evoluciona a pesar del tratamiento logopédico y que persiste esa voz nasal y la incapacidad para hablar adecuadamente.
¿Por qué sucede?
El escape puede ocurrir por una inadecuada movilización del paladar o por una insuficiente longitud del mismo.
¿Cómo se diagnostica?
En el hospital contamos con una Unidad de Insuficiencia Velofaríngea: cuando el cirujano se encuentra con la sospecha, solicita una valoración por Logofoniatría y una nasofibroscopia por el ORL. Esta prueba consiste en la introducción de una cámara por la nariz, al mismo tiempo que se solicita al niño la pronunciación de determinados fonemas para comprobar la movilidad del paladar y la faringe. Entre todos se decidirá si está indicada una nueva intervención o un tratamiento conservador con logopedia.
¿En qué consiste la cirugía?
Si es preciso intervenir para alargar el paladar, existen diversas técnicas indicadas para cada caso en particular.
En casos leves, podemos infiltrar ácido hialurónico en la pared de la faringe para "aproximarla" al paladar de forma temporal.
En casos moderados o severos, en función de la localización del defecto, se procederá a realizar Zplastias, faringoplastias o colgajos faríngeos. En cualquiera de estos procedimientos, el niño deberá realizar una reposo foniátrico de tres semanas después de la intervención y, a continuación, insistir en el tratamiento logopédico.
interesante, una pregunta , esas operaciones funcionan tambien en fisurados adultos?
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